Fast Botton: Salas de juego. Tu sala de juegos NO puede parar!

Salas de Juego

AUMENTO DE VENTAS

POR IMPULSO

INCREMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD

AHORRO DE COSTES DE PERSONAL

MEJORA LA PERCEPCIÓN Y SERVICIO AL CLIENTE

Sus máquinas recreativas son activos que deben generar gran rentabilidad, facilitar la atención a sus clientes sin tener que dejar de jugar, esto generará mayores beneficios para su negocio

Su cliente necesita ser atendido en todo momento para seguir jugando, servicio de bebidas y comidas, cambio de billetes, fichas, problemas electrónicos etc.

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Avisador CLIENTE - PERSONAL

Nuestra solución consta de 2 partes; el cliente tiene un avisador o timbre inalámbrico fijado en el área de juego o cualquier zona donde se requiera una inmediata comunicación con el personal.

El avisador cuenta con las opciones de: “llamada-cambio(€)-cancelación” el personal recibirá la llamada en un “reloj de muñeca” o bien en una “pantalla led” evitando esperas interminables del cliente para ser atendido y paseos innecesarios del personal de sala.

Gracias a “Fast Botton” se consigue una mejor calidad de servicio y una mayor comunicación con sus clientes, lo que repercute directamente en una mayor rentabilidad de su negocio.

Con el sistema Fast Botton, mejorará de forma importante la experiencia de atención al cliente en salas de juego, casinos, bolos, billar, etc. Simplemente presionando un botón, el cliente puede llamar al personal para ser atendido de manera personalizada, rápida y discreta, sin necesidad de abandonar su máquina de juego

Como cliente, siempre que necesites algo, pulsa el botón y en un momento, un miembro del personal estará allí para atender a tus necesidades. No más frustración sobre la búsqueda de los miembros del personal o preocuparse por dejar la máquina en la que está jugando.

En algún momento u otro, a todos nos ha ocurrido esperar al personal a que nos ayude con la máquina, nos dé cambio o pedir algo para comer o beber pero no queremos dejar nuestra máquina, "ya está por tocar el premio".

Miramos a nuestro alrededor, miras a la izquierda, miras a la derecha, tratando de recuperar contacto visual con a un miembro del personal. No hay nadie alrededor, esperas y esperas. Por último, ves a alguien a la distancia. Te ve, lo ves o eso queremos creer, pero no es verdad y el camarero se marcha, o peor, el miembro del personal sabe que necesitas algo, pero no está de ánimo para caminar hasta allí.

No más esperas, no más a la estúpida sensación de agitar las manos en el aire sin que te vean, no más sensación de no ser valorado como un cliente que paga.